Todos los que fuimos a E.G.B. estudiábamos de carrerilla los afluentes de los ríos o los nombres de las rías gallegas, muchos todavía recordareis que las Rías Baixas eran Vigo, Pontevedra, Arosa y Muros. Pero siempre se dejaban en el tintero a la diminuta Ría de Aldán entre la de Vigo Y Pontevedra.
Aldán esconde muchos lugares con encanto, uno de ellos es la ‘Finca del Conde’, también llamada ‘Leira do Frendoal’ o ‘El Bosque Encantado’. No es fácil de encontrar porque no está señalizada, pero si vais por la PO – 315, justo enfrente del Pazo ‘Casa torre de Aldán’, propiedad de los condes de Canalejas, podeis encontrar este puente medieval, en frente de un lavadero tradicional. Desde el puente hay que retroceder unos 100 metros por la carretera, hacia Bueu y meterse por un estrecho sendero a la derecha.
Recorremos por este sendero, entre robles, castaños, laureles, abedules la Finca de los Condes. La finca original fué dividida en dos por la Carretera PO-315, y la parte que quedo al otro lado del Pazo fué cedida al ayuntamiento, para disfrute de los vecinos.
Tras un rato caminando llegamos a este arco de un antiguo acueducto. Lo atravesamos, subimos unas escaleritas de piedra a la derecha…
y cruzamos por esta puerta en el mismo acueducto…
Llegaremos caminando a las torres de este curioso minicastillo moderno.
El castillo solo tiene la fachada y cuatro o cinco habitaciones bajo el nivel del suelo.
Tanto el castillo como la finca en si presentan un lamentable abandono, poro todavía se distingue lo que en su día debió ser el mini puente levadizo. Parece un castillo de juguete.
Luego volvemos sobre nuestros pasos hasta las escaleras, y continuamos la ruta…
Llegamos hasta este otro lavadero donde comienza la ruta de los molinos (Es corta, un par de Km)
A pesar del abandono es agradable de recorrer, bordeando el río podemos ver una media docena de molinos semi-derruidos, y hay también algunas mesas de piedra y bancos donde pararnos a descansar o a merendar…
La ruta transcurre a la sombra de los árboles, y siempre acompañados de la frescura del agua que corre cantarina.
Es una pena que no la cuiden un poco…
Porque en algunos sitios la vegetación dificulta el camino…