Muiños do Folón

 Publicado por a las 20:04  Fotos Libres, Lugares, Reportajes
Abr 282008
 

Este sábado pasado, tras las abundatens lluvias de días anteriores estuvo un tiempo espléndido y aprovechamos la tarde para revisitar estos pintorescos molinos.

En la comarca del 'Baixo Miño', en 'O Rosal', teniendo ganas de andar podemos recorrer la ruta de los molinos del Folón y del Picón. Son en total 67 molinos, la mayoría restaurados que están colocados 'en cascada' en la ladera del monte aprovechando el curso del agua. Yo creo que esta concentración de molinos tan próximos en un solo riachuelo es única en el mundo. La ruta hay que hacerla a pie y es de dificultad media, se puede hacer toda de un tirón, partiendo del puente 'das Penas'. El sendero está perfectamente marcado. Se recomienda comenzar por el grupo de los Muíños do Folón que ya nos orientan el camino hasta el que se encuentra en el lugar más elevado. Una vez aquí, podemos coger hacia la izquierda, visitando, entonces, la ermita de San Martiño o coger a la derecha, bajando por el Camino de Carro, así llamado por las marcas que sus ruedas tallaron sobre la roca granítica. Este Camiño do Carro nos llevará al grupo de los Muíños do Picón. Desde donde podemos regresar por la carretera hasta el punto de partida en 'A Ponte das Penas'. Decir que desde "O rosal'', la carretera hasta el principio de la ruta también está muy bien señalizada.

Peo no me enrollo más con literatura y pongo las fotos, que no hacen justicia al paisaje. Hay que verlo, olerlo y oirlo.

Aquí comienza la ruta, hay carteles con explicaciones, y fotos del recorrido, y luego solo hay que seguir las típicas marcas amarillas y blancas, perfectamente visibles que nos iremos encontrando. Y algún que otro cartel con más fotos, mapas, e información en ciertos puntos de interés.

El agua está presente en todo el camino pudiendo complicarlo un poco en algunos puntos, sobre todo si hubo abundantes lluvias y vamos con niños, ya que en algunos casos habrá que cruzar un arroyo saltando de roca en roca.

Ni el sonido del agua ni el aroma a eucalipto se pueden plasmar en las fotos, pero intentaré al menos poner el color amarillo de las flores de la retama.

Y en cuanto a los molinos, pues irémos encontrándolos a lo largo del camino mas dispersos al principio y más juntitos cuanto más arriba vamos subiendo y más pronunciada se vuelve la pendiente:

En fin una ruta aconsejable para relajarse.